sábado, 6 de enero de 2007

"EL TRABAJITO" cap. 3 (by Miguel & Saeta)

"... Me puse a ello casi inmediatamente. Necesité algo de material para la investigación inicial y luego me encerré en mi despacho y puse la cabeza a trabajar. Necesitaba un plan, una idea fulminante. Empecé a emborronar papeles para que todo aquello cobrase forma. Las horas pasaban sin algo definitivo y empecé a acobardarme. Además había algo en aquel encargo que no me olía bien…

De repente sonó el teléfono. Era mi amigo Joe, otro profesional de poca monta pero siempre un buen confidente. La conversación me distrajo de mis preocupaciones hasta que, hablando de todo un poco, me preguntó:
- ¿Has oído lo que le pasó a Spike?
- No. Hace tiempo que no sé nada de él.
- Trabajaba para unos colegas, le encargaron un trabajito aparentemente fácil, le prometieron bastante dinero y publicidad en los medios. Al final todo se complicó demasiado, mucha presión, muy poco tiempo para reaccionar. No sospechó que se trataba de una encerrona hasta que fue demasiado tarde...
- No sabía nada, Joe. Pero ya sabes, estas cosas ocurren en nuestro trabajo.
-¿Y tú?, ¿Tienes algo entre manos?
- Bah, un caso sin importancia. (Mentí).
-Ten cuidado amigo, en nuestra profesión hay que andar siempre con pies de plomo…

Conforme avanzaba mi investigación mi preocupación por los “detalles” del trabajito aumentaban. Me faltaba información para llevar aquel caso de manera conveniente, la excusa perfecta para llamar a mi cliente y disipar mis dudas. En el número marcado no contestaba nadie. Dejé un mensaje. No obtuve respuesta. Se acercaba peligrosamente el momento de ejecutar el encargo. No me sentía seguro y no tenía garantías de mi cliente. Empecé a sospechar del propio encargo. El objetivo estaba claro pero no las condiciones del encargo. Me parecía que no sabía el verdadero impacto ni el valor de mi trabajo. Aquello no estaba nada claro. De repente me acometió la idea de que aquello no era lo que parecía. No era un encargo menor, realmente iba a tener trascendencia. Habían contratado a un don nadie, a alguien que nunca les daría problemas, para un trabajo demasiado importante. Intentaron tranquilizarme con algunos billetes, pero no creo que pensaran pagarme la suma acordada. Si me implicaba en algo demasiado gordo podría perjudicar a mucha gente a parte de a mí mismo. Me sentí amenazado. No..." (Continuará...)

1 comentario:

kcirbuk dijo...

Hola tio, y feliz año!!

Guauu, estan de muerte!!!

Saludos!

Paco K.